23.10.12

El problema viene cuando la razón y el corazón mandan en sentidos opuestos, destinos diferentes, decisiones importantes, algunas erróneas, otras acertadas, y mientras ocurre todo esto, tú y yo, seguimos abrazados, la vida continúa, y nosotros hemos unido las nuestras. Juro que con cada beso te hago el amor, que al abrazarte he tenido ganas de llorar de felicidad. Que adoro sabes que tu mirada es mía y mi mirada es tuya, que yo soy tuya y tú eres mío, que yo sin ti no puedo, y tú sin mi tampoco.