29.11.11

Aceptar los cambios puede resultar difícil, entender que las cosas no serán siempre tan buenas como han sido hasta ese entonces, y aprender a vivir con las circunstancias. Nos negamos a abrir los ojos ante una realidad que nos da miedo, más que miedo pánico, nos asombra lo dolorosa que puede llegar a ser. Con la vista en el suelo y la cabeza gacha nos deslizamos a través de diferentes situaciones. No ponemos remedios, solo quejas. Patentamos los problemas como si solo fueran nuestros y no de los demás y nos metemos en nuestra realidad ficticia durante meses sin saber que todo a nuestro alrededor discurre con el paso de los días. Cuesta dar un salto de calidad hacia un tipo de vida peor, sin embargo es la única manera de mejorar. Supongo que estar mucho tiempo con los ojos cerrados tiene su repercusión.. y a lo hecho, pecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario