19.12.11


Juro que con cada beso te hacía el amor, que al acariciarte arrastraba mis manos al cielo, a nuestro cielo. Que al abrazarte tenía ganas de llorar de felicidad. Que adoraba saber que tu mirada era mía, y mi mirada era tuya, que era tuya y tú eras mío, que yo sin ti no podía, y tú sin mi tampoco. Éramos el océano y el viento que recorría nuestras caras cuando nos besábamos en medio de un vendaval. Pensaba en perderte y esa sensación invadía todo mi alrededor y el odio es el único sentimiento que me iba matando poco a poco. Es impotencia lo que sentía al darme cuenta de que ya no nos ibamos a quedar ligados para siempre... Había algo entre tú y yo, que hacía que quisiera pasar el resto de mi vida contigo y detesto la idea de que eso no sea así, que esto haya terminado, que el final haya encontrado su lugar en nuestro proyecto de futuro, no quiero quedarme con los recuerdos, los besos que nos dimos riendo, nuestras noches largas, momentos de los que probablemente dentro de 10 años no te acordarás, no recordaras mi sonrisa, mi mirada, mi olor, mi forma de reír, mis manías, mis expresiones, mis maneras de decirte que te quería, lo bien que nos lo pasábamos juntos, las canciones de amor que te dediqué. Todo quedará guardado en algún lugar de nuestras mentes olvidadas, y ahora que no estoy a tu lado, por mucho tiempo que pase, busca, estaré entre tus pensamientos, estaré esperando a que algún día vuelvas a por mí. 
Yo por ti volvería a donde fuera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario